En 2018 bromeó con haberse puesto a tatuar «después de un duro año de intenso aprendizaje, de metros y metros practicados en piel sintética y de litros de tinta sudada» y año tras año ha mantenido la inocentada viva, haciendo creer a amigos y familiares que realmente estaba tatuando. Incluso tuvo que parar los pies a algunas personas que querían pedir cita para tatuarse con él.
Pero la cosa no termina ahi; Resulta que nuestro manager lleva días preparando diseños para promocionarse este San Valentín… Así que si no quieres que te tatúe Txabi, pide cita con Ruth, Saray o Peio.
Nosotras ya os lo hemos avisado, luego no digáis que…
